15/9/13

EL ADELGAZAMIENTO

En la medicina china, la salud no es otra cosa que un estado de equilibrio

Por Víctor Liu - Especial para La Gran Época



En nuestra consulta, uno de los tratamientos más frecuentes es el adelgazamiento por la acupuntura. Parece ser que es bien sabido que la acupuntura es un método muy efectivo en el proceso de adelgazamiento, sin embargo, muchos desconocen su porqué y su mecanismo de funcionamiento.

En este artículo, explicaremos cómo es visto el adelgazamiento desde la medicina tradicional china y cómo actúa la acupuntura sobre nuestro cuerpo durante este proceso.

En la medicina china, la salud no es otra cosa que un estado de equilibrio. Equilibrio entre el funcionamiento de los órganos, equilibrio en la energía defensiva frente a las energías patogénicas, equilibrio entre la actividad y el descanso, equilibrio entre el cuerpo, la mente y el espíritu, etc. Decimos, mientras el cuerpo esté en equilibrio, la persona estará saludable, y si existe alguna anomalía, será que algo de su mecanismo biológico salió de dicho estado de equilibrio.

En el caso concreto de la obesidad o sobrepeso, estaríamos hablando de un desajuste en el equilibrio entre la ingesta de alimentos y el consumo de los mismos, transformado en energía por el metabolismo. En muchos casos, la pérdida de las grasas excedentes del cuerpo se logra simplemente con una reeducación alimentaria y un adecuado plan de ejercicios, equilibrando así la ingesta y el consumo.

Sin embargo, en muchos otros casos, aunque la persona haya sido sometida a un régimen riguroso de alimentación y un plan de ejercicios, después de mucho tiempo se sigue sin conseguir el objetivo de perder peso. Entonces, tendríamos que mirar si existe algún desajuste en el funcionamiento de los órganos, especialmente los del sistema digestivo.

En la medicina china, hablamos de “exceso del estómago y debilidad del bazo”. El estómago es el órgano que recibe los alimentos y el bazo es el órgano que los elabora y transforma en materia energética nutricional, la cual transporta a todas las partes del cuerpo en forma de sangre y energía. Una persona con un estomago fuerte puede comer muchos alimentos. Sin embargo, si el funcionamiento del bazo es débil, no tendrá suficiente fuerza para transformar la alimentación en sustancias nutricionales, y estas entonces se convertirán en las grasas depositadas subcutáneamente, que en realidad son materiales no aprovechados por el metabolismo y convertidos en la basura del cuerpo.

Es como si fuera una fábrica, en la que debido a la deficiencia de las maquinas, los productos fabricados son defectuosos y no aprovechables, y se acumulan en el almacén, entorpeciendo además toda la cadena de producción de la fábrica. ¿Solución? Muy fácil, arreglar la maquinaria para sacar productos aprovechables de alta calidad.

Aplicando esta teoría en el proceso de adelgazamiento, mediante la acupuntura estimulamos el metabolismo de los órganos del sistema digestivo, especialmente del bazo, aumentando así su rendimiento de trabajo, no sólo en la transformación de los alimentos en nutrientes, sino también con el fin de que tenga suficiente fuerza para eliminar los excedentes acumulados anteriormente.

Así pues, los órganos están bien nutridos por la sangre y la energía, trabajan mejor y se encuentran en equilibrio y armonía. La persona, notará menos pesadez, más energía, más firmeza en los músculos, y no sufrirá ningún tipo de alteración química y hormonal que podrían producirse con otros métodos de adelgazamiento más agresivos, más inmediatos, pero menos sanos y naturales.

El adelgazamiento es el resultado del proceso de volver a equilibrar nuestro metabolismo, mejorando el rendimiento de los órganos y eliminando los excedentes inservibles del cuerpo. Ahora que su cuerpo está más limpio y ligero, con menos cargas, también es el momento de que se reencuentre con un nuevo estilo de vida más saludable y con mayor vitalidad.

Y ¿por qué hay determinadas zonas del cuerpo que acumulan más grasa y son más difíciles de adelgazar? ¿Cuál es la cantidad adecuada de ingestión de alimentos y líquidos?, y ¿cómo podemos controlar el apetito y la ansiedad de comer? Encontrará las respuestas a estas preguntas en la segunda parte de este artículo, en la próxima edición.

Adelgazamiento, un acto de generosidad para tu salud

Cuando hablamos de “trabajar para vivir o vivir para trabajar”, los chinos hablan de “comer para vivir y vivir para comer”



Imagínese un río, que circula lentamente y su agua está turbia, con muchas impurezas, pues éstas se depositan en el fondo y los sedimentos se van acumulando cada vez más. En el cuerpo humano ocurre algo muy parecido. Muchas veces nos encontramos ciertas zonas del cuerpo especialmente propensas a acumular grasas localizadas, sin que el cuerpo en general esté en sobrepeso.

Grasas localizadas

Esto lo explicamos desde la medicina china con el ejemplo del río. A lo largo de cuerpo humano se extienden, al igual que la sangre y los nervios, unos canales de energía llamados meridianos, y por estos circula el Qi, la energía vital, como si fuera el agua de un río. En un estado normal, la energía circula de manera fluida y sin obstrucciones, pero cuando hay una zona con inflamaciones, edemas, úlceras o incluso tumores, significa que la energía de esa zona se encuentra bloqueada y el Qi no circula con fluidez. En un tratamiento de acupuntura, como es natural, estimulamos el flujo de la energía para descongestionar dicho bloqueo.

Las zonas con grasas localizadas suelen coincidir con las zonas del cuerpo que menos movemos y ejercitamos, como por ejemplo la zona de las caderas, cintura y los alrededores de los pectorales y dorsales, debido al estilo de vida sedentario y a la falta de ejercicios físicos. Y curiosamente, la mayoría de estas zonas se corresponden con el recorrido de meridianos de órganos como el hígado, el bazo, el estómago, la vesícula biliar y el intestino delgado, que son órganos que juegan un papel fundamental en el proceso de digestión, elaboración y evacuación de los alimentos. Activando los meridianos de estos órganos, no solo activamos sus funciones metabólicas, sino también aumentamos el caudal de energía que pasa por estos meridianos. Cuando el agua del río circula más rápidamente y con menos impurezas, moverá automáticamente los depósitos en sus fondos y los eliminará por la evacuación.

Estimulando los meridianos que pasan por las zonas de grasas localizadas mediante ejercicios, masajes tipo golpeteos o la acupuntura, conseguiremos activar la circulación de líquidos, sangre y energía de la zona. Quitar estas “grasas” y “rollitos” tan indeseables no resulta tan difícil, y además es un acto de generosidad para nuestro organismo.

¿Cuál es la cantidad adecuada de ingestión de comida?

La sociedad competitiva actual nos conduce hacia una actitud posesiva, pretendemos acumular más y más, incluso fuera de nuestras capacidades. Mientras seamos víctimas del consumismo, del materialismo y de la acumulación de excedencias, esta actitud nos lleva al mismo tiempo a tener un estilo de vida menos saludable.

Cuando aquí hablamos de “trabajar para vivir o vivir para trabajar”, los chinos hablan de “comer para vivir y vivir para comer”. En la actualidad, el acto de la comida ha trascendido hasta convertirse en una cultura, un ritual, un acto social, familiar, de negocios e incluso de la diplomacia, y es indiscutible que el saborear y degustar una comida bien hecha es uno de los mayores placeres de la vida. Pero no por ello debemos olvidar que el propósito biológico de comer es alimentar y nutrir nuestros músculos y órganos para que el cuerpo pueda cumplir nuestras actividades diarias.

Es cierto también que a veces comemos muy de prisa, sin saborear ni masticar, a veces comemos por obligación y a veces comemos por ansiedad, comemos para rellenar ese vacío, no del estómago sino del espíritu. Y cuando esa actitud de consumismo material entra en nuestro hábito alimentario, entonces lo que nos cuesta no sólo es nuestro bolsillo sino también nuestra salud.

Cumpliendo la ley del equilibrio, los médicos naturistas hablan de “comer lo justo para no tener hambre y beber lo justo para no tener sed.”, es decir, que la comida cumpla su función biológica, sin excesos ni acumulaciones.

Uno de los trucos para medir la adecuada cantidad de alimentos a ingerir en cada comida (en su justa proporción de líquidos, proteínas, hidratos de carbono, fibras y grasas), es que a la hora de su preparación imaginemos que los juntamos todos en una bola que no exceda el tamaño de las dos manos juntas con los dedos abiertos, ese tamaño corresponde justamente al tamaño de nuestro estomago.

Otro truco importante es no echar demasiados condimentos a las comidas, que intentemos conservar y disfrutar de los alimentos en sí, lo más natural posible, masticarlos y saborearlos bien. La comida es un regalo de Dios y es fruto de nuestro trabajo, así que no debe convertirse en una rutina y una obligación, sino que debemos saborearla y disfrutar de ella.

Para controlar la ansiedad, es muy importante tener un estilo de vida con horarios ordenados, con un buen descanso para que el cuerpo y la mente se encuentren en paz y armonía. Para ello es muy recomendable diseñar un plan de actividades que combinan ejercicios físicos (aeróbicos principalmente y anaeróbicos de manera puntual) y ejercicios energéticos como el Qigong o yoga y meditación.

En realidad, el proceso de adelgazamiento resulta ser una experiencia sana y agradable, nos hace comprender de nuevo nuestros hábitos, nociones y actitudes ante la vida. Con un cuerpo más limpio, ligero y sano, podemos encarar el día a día con mayor optimismo, y estar satisfechos de haber hecho un generoso regalo a nuestra salud.